La mayoría de los conductores no están familiarizados con la conducción eficiente, por lo que están haciendo frente a una subida de costes en parte innecesaria. Parte de la subida puede amortiguarse con conducción eficiente, cuanto más cuesta el combustible más se nota el ahorro.
Todos los conductores estamos sufriendo las consecuencias del alza de los combustibles. Para todos aquellos que no tengan como opción usar menos el coche -o dejar de usarlo- los siguientes consejos pueden aliviar de forma notable el gasto mensual y alargar los repostajes.
La conducción eficiente es mucho más que este decálogo, pero sintetizo en 10 consejos lo más importante a tener en cuenta. Llevo poniéndolo en práctica desde hace 17 años y los efectos se notan instantáneamente. Si la autonomía aumenta en 100 kilómetros el ahorro llega a 8-10 euros por depósito con facilidad.
1) Acelerador suave, freno solo lo imprescindible
Hay que acelerar con gentileza e imaginar que el freno está exclusivamente para no chocar, como si estuviese roto. Por lo tanto, hay que aumentar las distancias de seguridad, anticiparse y ser previsor. Las deceleraciones hay que hacerlas con freno motor, esto es, soltando el acelerador. Parece poca cosa, pero se ahorra bastante así. Nada de acelerones, salvo en carriles de aceleración y al adelantar; ahí, a fondo.
2) Velocidad moderada y constante
Las leyes de la Física nos recuerdan que ganar velocidad consume más energía que mantenerla. Siempre que sea posible mantendremos una velocidad estable, el regulador de velocidad es buena ayuda en llano o cuesta abajo. Más ayuda el limitador, sobre todo si lo ponemos a 90 o 100 km/h, así se consigue el máximo beneficio.
3) Climatización racional
22 a 24 ºC son adecuados para la mayoría de los climatizadores automáticos. Si mantenemos el aire acondicionado los cristales no se empañan y no hará falta usar el desempañador. Por encima de 50 km/h se consume menos combustible con las ventanillas subidas y el climatizador encendido. No hay que pasar frío ni calor.
4) Evita lastres
Todo lo que va en el maletero, añada peso, y sea innecesario hay que retirarlo. Ídem con cualquier añadido aerodinámico como baca, portabicicletas, doble retrovisor para la caravana, etc. Lo que más lastra el consumo es el cofre de techo.
5) Las ruedas a su presión correcta
Hay que comprobar la presión de los neumáticos de vez en cuando y comprobar que se encuentran al nivel recomendado por el fabricante en frío. Podemos sobreinflar a +0,2 o +0,3 bares y obtener una ligera ventaja en consumo, pero el coche se vuelve un pelín más duro. En cualquier caso, no bajar de la presión recomendada.
6) Llena siempre el depósito
Lo sé, duele mucho y es dinero, pueden ser 60, 80 o 100 euros. Saldrás escocido de la gasolinera, pero te ahorrarás desplazamientos innecesarios (y combustible) por ir a repostar más veces. No vas a ahorrar nada echando 20 euros de forma sistemática. Aprovecha las ventajas de fidelización y descuentos a tu alcance. Si llevas un control estricto de kilómetros y litros repostados sabrás el consumo real.
7) Sal con 10 minutos de margen
Cuando se conduce con más tiempo y no se tiene el agobio de llegar tarde se puede ahorrar mucho a fin de mes. En un desplazamiento habitual 10 minutos suelen ser suficientes para no ir agobiado. Ten en cuenta que las prisas al volante, además de aumentar el riesgo de accidentes y multas, suponen más consumo.
8) Usa las ayudas a la conducción
Además del botón/modo «Eco» o similar, la mayoría de modelos de los últimos 10 años tienne indicador de cambio de marcha, económetro instantáneo, ordenador de a bordo, estadísticas de consumo… Esa información es muy útil para reducir el consumo de combustible y alargar la autonomía. No hay que obsesionarse, pero sí tenerlo en cuenta. Rétate a ti mismo a bajar la media.
9) Mantén las revoluciones bajas
Procura anticipar tus cambios de marcha a 2.500 RPM en gasolina o 2.000 RPM en diésel, conduce en la marcha más larga posible, siempre por encima de 1.500 RPM como norma general. La marcha será demasiado larga si necesitas acelerar, pero si mantiene el ritmo y no hay que acelerar más, lo estaremos haciendo bien. Y recuerda, usa la primera velocidad solo lo imprescindible y cambia rápidamente a segunda.
10) Elimina hábitos obsoletos
Olvida tonterías de los tiempos de Maricastaña. No des un último acelerón al apagar el motor ni al arrancar. Los gasolina se calientan moviéndolos, los diésel con unos segundos tienen suficiente. Nunca presiones el embrague a menos que vayas a cambiar, ni circules siempre en segunda en población. Ah, difícilmente ahorrarás algo usando el punto muerto, salvo que tengas una gestión automática del mismo o sepas muy bien lo que haces.
Hay muchas malas costumbres adicionales, pero esas son los más graves. Prueba a poner en práctica este decálogo, y me cuentas qué tal te ha ido.