¿Cómo es el reciclaje de vehículos en los desguaces?
Los materiales extraídos de los vehículos dados de baja pueden reutilizarse en la industria del automóvil, revenderse como componentes de segunda mano o acabar entre otras cosas, convertidos en tejidos, electrodomésticos, recipientes, aislantes y hasta suelo blando de parques infantiles.
A continuación, veremos el proceso por el cual pasa un vehículo una vez se da de baja y entra a un centro autorizado para su descontaminación, denominados centros CAT. Veremos para que se pueden aprovechar estos vehículos, y cuál es la utilidad que se le dan una vez “desguazados”
-
DESCONTAMINACIÓN
Cuando un vehículo llega a un desguace, lo primero que se hace son las tareas de descontaminación, retirando todos los líquidos contaminantes como combustibles, aceites, refrigerantes, y la batería. A continuación, llega el despiece de los componentes, que se derivan después a otras empresas que se dedican a recuperar los diversos materiales para completar el reciclado”.
El objetivo del descontaminado es extraer todas las sustancias que puedan resultar dañinas para el medio ambiente, como los gases del circuito del aire acondicionado (afectan a la capa de ozono al liberarse en la atmósfera), el combustible, los aceites lubricantes, el líquido hidráulico y la batería, que suele contener metales pesados y ácidos corrosivos. Y aunque algunos se pueden reutilizar, la mayoría se destruyen o neutralizan mediante procedimientos seguros certificados.
-
DESPIECE
Los componentes aprobados son catalogados y almacenados para su reventa posterior. Y todo lo demás pasa a la siguiente fase, el achatarramiento, para el que se utilizan dos máquinas especializadas.
Una vez descontaminado, los operarios del CAT proceden al desmontaje del coche en sí, extrayendo el motor y la caja de cambios, las ruedas, el capó, los faros y todo lo que pueda ser reutilizado en el mercado de segunda mano.
-
PRENSADO
Tras desmontar del vehículo todo lo que se puede aprovechar, su destino final se acerca. La estructura básica de la carrocería, y las partes metálicas no extraídas se envían a la prensadora, la primera de las grandes máquinas que intervienen en el proceso de reciclado de un automóvil.
Se trata de una prensa capaz de convertir un coche, o lo que queda de él, en un cubo de metal de aproximadamente un metro cúbico. Y estos cubos, se envían a las fundiciones de la industria metalúrgica.
El resto de partes que se despiezaron del coche pasan a la fragmentadora, la segunda gran máquina del reciclaje. Un potente dispositivo que tritura y separa en bruto los diferentes materiales para su clasificación. Dentro de este artilugio, las composiciones metálicas son atraídas por imanes, que se separan así del resto de elementos no férricos, como el aluminio y el cobre. Este último suele concentrarse en los cables, y no es poco: el cableado de un coche moderno suma varios cientos de metros de largo y ronda los 10 kilos.
Mientras, los demás componentes viajan hasta las plantas de post fragmentación, unos gestores especializados donde se hila más fino (también por el menor tamaño de lo que va quedando) en la separación de materiales mediante aire a presión, centrifugadoras, electrificación y otras técnicas de cribado para disgregar los diferentes materiales, como los metales preciosos (platino…) que contienen los catalizadores.
-
REUTILIZACIÓN
El elemento más sencillo de reciclar y aprovechar es el acero de la estructura del coche. Es de muy buena calidad y pasa directamente a alimentar las fundiciones (los cubos de metal antes mencionados), de donde saldrá listo para utilizarse de nuevo en la industria, ya sea en forma de chapa para construir nuevos vehículos o de vigas para el sector de la construcción.
Los neumáticos, por su parte, ofrecen varias opciones. Si su estado lo permite, se recauchutan y vuelven a utilizarse. Si están dañados, en cambio, se trituran para convertirse en un granulado con múltiples aplicaciones: desde servir de combustible para plantas industriales, como cementeras o siderurgias, hasta la fabricación de césped artificial, de muebles, calzado e incluso de pavimento de carreteras, porque mejora la calidad del recubrimiento al mezclarse con el asfalto. Asimismo, y en una de las mutaciones más sorprendentes, este granulado puede terminar también convertido en un suelo de seguridad para parques infantiles, con efecto amortiguador.
Los plásticos y elementos textiles, por su parte, sirven como base para la fabricación de aislantes, utilizados en edificios, o de vuelta en la industria automovilística, como paneles de recubrimiento interior y guarnecidos. Y el vidrio de las lunas y ventanillas se recicla para producir botellas y recipientes alimentarios.
Pero la rueda también funciona a la inversa y hay recientes ejemplos de cómo la industria automovilística empieza a recuperar materiales reciclados provenientes de otras fuentes. Audi, por ejemplo, aprovecha el material de las botellas de plástico, denominado tereftalato de polietileno (PET), para fabricar un tejido que sirve como tapicería de los asientos y de moqueta para el suelo. Con 45 botellas de 1,5 litros se puede recubrir un asiento, y en esta línea el fabricante alemán declara que su nuevo A3 se compone en un 83% de componentes reciclados.
Renault y Fiat aplican soluciones similares en sus últimos modelos, y Ford también, porque reutiliza 470 botellas de plástico para fabricar alfombrillas, reciclando anualmente un total de 1.200 millones de envases de este tipo. Por otro lado, esta misma marca ha firmado un acuerdo con McDonald’s para recuperar los residuos de café generados en su cadena de restaurantes y, tras mezclarlos con plástico, fabricar piezas como carcasas de faro, que resultan un 20% más ligeras y generan un menor impacto ecológico.
Por lo tanto, con todo el proceso de descontaminación, podemos comprobar que un vehículo es mas que un vehículo y que al final de su vida útil aún sigue teniendo utilidad. La automoción esta en una etapa de pleno cambio y los centros CAT deben contribuir a ese cambio reciclando y aprovechando minuciosamente cada parte de un vehículo.