Desde ayer 1 de septiembre, los conductores han dejado de pagar por el uso de 475 kilómetros de autopistas a nivel nacional. El pasado 31 de agosto caducaron las concesiones de la AP-7 en los tramos que van desde La Junquera (Gerona) hasta Salou (Tarragona), de Montmeló hasta el Papiol, y las C-32 y C-33 en Cataluña. Además del de la AP-2 que une Zaragoza con el Mediterráneo hasta El Vendrell, en Tarragona.
La eliminación de estos peajes permitirá ahorrar 28,85 €, 2.60 € y 20,65 € por coche, respectivamente. Así como los trabajadores que circulen des de Lloret de Mar a Barcelona, podrán ahorrar una media de 9,76 € diarios, una cantidad más que considerable, teniendo en cuenta que, en un mes de 24 días laborales, la suma total en peajes es de 234,24 €. El ahorro directo para un usuario que circule desde Zaragoza a La Junquera superará los 30 €.
Según los datos de la asociación de empresas constructoras, Seopan, en 2018 el tramo de la AP-7 entre Barcelona y Tarragona tuvo una media de 55.672 vehículos al día y 10.590 camiones, mientras que en el tramo entre Montmeló y El Papiol el número de vehículos que transitaron diariamente llegó a 115.751 y más de 23.000 vehículos pesados. En el caso de la AP-2 se contabilizaron en ese año más de 12.000 turismos y ciclomotores de media al día y 2.541 de alta carga.
Para muchos conductores el fin de las autopistas de pago en estos tramos de circulación, permitirá una “liberación económica” para sus cuentas mensuales, ja que podrán respirar algo más tranquilos al no tener que pagar por ir a trabajar o simplemente por utilizar las carreteras las cuales todos tenemos derecho a conducir por ellas.